Un adorno navideño de un Papá Noel tirándose en paracaídas. Al fondo, hojas verdes del árbol desenfocadas.Se nos acercan fechas “bonitas”, fechas “alegres” en las que las personas que hacemos un gran esfuerzo en abrir “éstos, nuestros ojos” y enfrentarnos a un día más,  día a día, pues. Quisiéramos que… o van a ser “eso”. Simplemente un día más. Pero no.

Va a ser complicado que eso sea así.

¿Por qué?

Pues porque se nos quiere hacer ver felicidad donde no la encontramos en el resto del año… ¿Tranquilidad? Ojalá nos la dieran estas fechas, pero es todo lo contrario. Ya estamos pensando en que si va a venir éste o el otro. En que si tengo que ir a un lado u otro. En “representar” una “alegría fingida” que no sale de nuestra alma.

Navidad. Fecha de encuentros familiares y cenas, comidas, cuando tú casi no comes nada en todo el día.

Bufff… coma o no coma, cene o no cene, coma o cene más o menos, pero tengo que estar ahí. ¿Y si digo que me voy a la cama? ¡Ya la fastidié! Ya arruiné la “mesa”.

¿Y si no voy? También arruino la “mesa”. ¿Y si estoy? Nunca faltará esa exclamación de “¡Alegra esa cara, hombre!”, cuando en realidad no se dan cuenta del gran esfuerzo que estoy haciendo solamente estando presente.

Reuniones familiares cuando, realmente y en muchos casos, mi “verdadera familia” son mis “iguales”, con los que, si logro salir de casa, son las personas con las que paso la mayoría del tiempo, sin olvidarme de l@s profesionales que allí están con nosotr@s.

Me pregunto cómo lo estarán pasando ell@s.

Espero que mejor que yo.

En las fechas en las que estamos y ya he escuchado las típicas cosas que se dicen:

“Bufff… Si me pudiera acostar el día 23 de diciembre y despertar el 7 de enero…”, “Únicamente por los críos porque si no…”, “¡Este año va a cocinar Rita la Cantaora!”,

“Qué fechas más tristes, Andrés, me dan ganas de…”, “Saldrán los medios de comunicación, como siempre, a ver cómo están pasando la Nochebuena y la Navidad los ”sintecho”, ¿y el resto del año?

También es verdad que hay gente que ve la Navidad desde otro lado, pero mentirían si dijeran que no hay un motivo de nostalgia o de recuerdo de un ser querido que ya no está en esa “mesa” o de circunstancias que, cómo no, forman parte de la vida. De la vida de tooodas las personas.

Yo no tengo por qué esperar al día de los enamorados para tener un detalle con mi pareja. Ni tengo que esperar al día de los difuntos para visitar o llevar un ramo de flores a mis seres queridos al cementerio, pero la Navidad… la Navidad es distinta. Contra la Navidad nadie puede. ¿Religión? ¿Consumismo? ¿Pérdida de papeles?

Millones y millones de euros gastados en bombillas.

No sé. Ahí lo dejo.

Vivimos en una sociedad donde nos dicen que está la cosa muuuu negra pero no. En Navidad no. En Navidad se gastan 3 millones de euros en iluminar una ciudad, pero ¡ojo! en decoración, puesto que en esa misma ciudad hay calles a oscuras y así seguirán.

¡Bueno! No sigo porque si no, no vería el momento de acabar.

Creo que, por lo que han podido comprobar, sabrán que soy usuario de “salud mental”.

Tengo un problema de salud mental y soy “activista” en una asociación a fines de la causa para dar visibilidad a este tema invisible, puesto que hay muchos problemas de salud mental que “no se ven”, pero existen. Se sufren.

Quise, con mi testimonio, por un lado poner de manifiesto lo que es o puede ser la Navidad para much@s de nosotr@s, y por otro lado dar una visión, creo que al alcance de tod@s de lo que hay.

Y, ¿qué hay? Pues, bajo mi punto de vista, hay cosas que no me entran en mi cabecita “loca”.

Felices fiestas a tod@s.