TESTIMONIO DE SAID
Si la vida nos regaló el ser, ¿por qué los pensamientos nos prohíben el disfrute? Ahora pienso en lo que India me hizo cambiar y lo veo con toda claridad. Mi decisión de no servir a los demás, el no sentirme obligado a trabajar altruistamente mientras otros se divertían. Ahora lo veo claro, fui yo y nadie más que yo quien decidió luchar contra el sistema y contra mi propia convicción. No era malo ser yo. Lo malo llegó cuando me exigí cambiar.
La vida nos regala oportunidades. Aunque ya con edad, vuelvo a ser ese niño que supo soñar. Y como se suele decir «la esperanza es lo último que se pierde»; quienes la pierden se niegan a vivir. Vivir es lo que nos da la existencia y mi existir hizo que te conociera a ti y a ti.
Ahora te agradezco que me hicieras sentir. Sentir ese niño que nunca quiso verme sufrir. A ti te lo debo… y a ti te agradezco que me hicieras resurgir. No hay esperanza perdida si vuelves a confiar en ti. Con los momentos vividos nunca dejas de ser tú. «Asín» amig@s mí@s, tú eliges cómo existir. Hazlo sufriendo o disfrutando de ti o lo que te rodea. Lo importante es que debes de existir. Para aquellas personas que confían en mí, y para quienes desean salir del laberinto en el que están: vivir es existir.