TODOS LOS DÍAS SON LOS DÍAS DE TODO

El día 10 de diciembre se celebró el Día Mundial de los Derechos Humanos y yo me suelo repetir con el eslogan de Todos Los Días Son Los Días De Todo. ¿De qué nos vale decir que hay un Día Mundial de los Derechos Humanos si los incumplimos sistemáticamente un día sí y otro también…?

Es como ponerte un triángulo rojo inverso y reírte o que te generen rechazo las personas sin techo.

Lo incumplimos con la inmigración, con los derechos fundamentales a tener casa, trabajo, comida, y lo básico para poder vivir dignamente, lo incumplimos en todos los ámbitos, institucionales y sociales.

Otra contradicción enorme en nuestro mundo, firmamos y ratificamos, pero no cumplimos con ello. Quizás es que tenemos que pensar que nosotras no somos enfermas sino la sociedad que se está generando con tanto odio y polaridad.

“La Asamblea General proclama la Declaración Universal de los Derechos Humanos como ideal común por el que todos los Pueblos y Naciones deben esforzarse, a fin de que tanto individuos como instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades, así como el cumplimiento de sus obligaciones, y a su vez, mediante medidas progresivas de carácter nacional e internacional, se asegure su reconocimiento y aplicación universales y efectivos, tanto entre los Pueblos de Estados Miembros como entre los de los Territorios dispuestos bajo su jurisdicción.

La Carta Internacional de Derechos Humanos”

Hasta la fecha son nueve los tratados que conforman el cuerpo básico de instrumentos internacionales de Derechos Humanos: derechos civiles y políticos, económicos y sociales, contra el racismo, contra la discriminación de las mujeres, contra la tortura, derechos de la niñez, trabajadores migrantes, contra la desaparición forzada y derechos de las personas con discapacidades.

Yo aprovecho el fuelle y la visibilización de este día para, entre muchas otras vulneraciones, sacar en liza el tema del fallecimiento de Andreas Fernández después de permanecer atada 75 horas en el HUCA de Asturias y cuyo caso ha sido sobreseído, y sobre la Convención de Derechos Humanos para las Personas con Discapacidad que también es de obligado cumplimiento y se vulnera a diario multitud de veces.

En este caso Andreas es que ni siquiera era una persona con diagnóstico médico dado en el ámbito psiquiátrico, pero dio igual, el trato fue saltarse todos los protocolos y atarla durante 75 horas hasta que la encontraron ya fallecida.

El sobreseimiento, o dicho de otra manera… suspender un proceso por falta de causas que justifiquen la acción de la justicia al caso de Andreas, su hermana Aitana se pone a remover cielo y tierra pidiendo ayuda para que no quedase impune el fallecimiento de su hermana. Es tan tremendo el tema, que hasta el HUCA de Asturias la bloquea en Twitter pensando que así no les llegaría los ecos sociales que hay generados por el fallecimiento de Andreas y que no vamos a parar hasta que se haga justicia, porque Andreas somos todas y tenemos que aprovechar que este caso se ha mediatizado para poder sentar un precedente histórico contra la constante vulneración de Derechos en el ámbito médico en personas con Discapacidad Psicosocial. Es tan grave que hasta el mismo Pablo Fernández Muñiz, gerente por aquel entonces del HUCA Asturias y hoy en día Consejero de Sanidad, ya tenía bloqueada a Aitana antes de que ella le nombrase en redes, algo sumamente curioso y extraño.

Ahora hay un nuevo informe o carta de 50 profesionales que pretende desmontar el sobreseimiento de la causa, y en un artículo de Noemí López Trujillo de Newtral.es podemos ver todo el proceso que hubo y tuvo que soportar Andreas. También está este artículo de Anita Botwin para Publico.es.

Desde aquí quiero enviarte todo mi apoyo, respeto, admiración y cariño, Aitana.

Porque #AndreasSomosTodas, porque queremos #JUSTICIAPARAANDREAS, porque queremos #0Contenciones, porque no queremos que se #VulnerenNuestrosDerechos.

#TodosLosDiasSonLosDiasDeTodo

#DíaMundialDeLosDerechosHumanos

#ContraElCorporativismoMedico

Este texto es escrito por mí y no representa a nadie más que a mí.

 

Jose Luis Herrera, voluntario y colaborador de Salud Mental La Palma (Islas Canarias)