Desde siempre el diálogo ha sido un camino de sanación. Cuando uno se expresa, sus fantasmas se desvanecen.

Hace años, en un lugar remoto de Finlandia, en la región de Laponia, un grupo de profesionales se atrevieron a dar un paso más hacia la certidumbre y crearon el modelo de Diálogo Abierto. Qué bonito sería escuchar a las personas en sus momentos más difíciles, en procesos en los que nuestra alma se expresa sin tapujos sobre lo que nos ocurre.

Uniendo a profesionales, familiares, vecinos y personas en pleno proceso psicótico con el Diálogo Abierto se consiguió el milagro de la recuperación, la disminución, e incluso la ausencia de medicación, en el camino de la mejora de la persona. ¡Cuánto tenemos que aprender en nuestro entorno! Escuchar, hablar, sin imponer. La experiencia se forja escuchando, sanando heridas profundas, crisis del alma que por no poder expresarlas de otras maneras nos conducían a la más cruda realidad: la postración.

Soñemos y consigamos, cada uno de nosotros, en nuestro entorno más cercano, hacer del diálogo abierto una senda en nuestra vida.

Quien que haya pasado por un problema de salud mental, en pleno brote psicótico, no ha pensado, aunque fuese durante unos segundos: “Esto podría solucionarse hablando”.

Hay quien hace testimonio en primera persona: “Hablando; una palabra que no dejaba de hacer eco en mi cabeza en los comienzos…,pero nadie parecía dar crédito a esta mágica palabra, en esa fatídica fase de mi vida. Sí, hablando, sólo hablando, me repetía. Pero no había nadie al otro lado. Como consecuencia, esa idea fue desterrada de mi mente, acallada por el equipo de profesionales; los que no se atreven, por convicción o por oportunidad, llevar a cabo un tratamiento de esa índole. Al final, tienes que comulgar con la medicación como única forma de solución. Impotencia, resignación, malestar…, y todas esas sensaciones que son comunes a los que conocemos esta situación”.

Consideramos que debe haber espacios donde los usuarios puedan poner en común ideas y conceptos para la buena marcha y efecto sobre el diagnóstico. Somos los pacientes, como interesados, los que tenemos que demandar canales de comunicación, y dejar patente la perspectiva de nuestra mente.

Es fundamental y apropiado que este tipo de prácticas positivas se incluyan en la formación de psiquiatras, psicólogos, trabajadores sociales, y terapeutas, ya que con llegar no es suficiente. Debe haber formación continua y crecimiento en el ámbito de la salud mental, para aportar a las personas afectadas una esperanza que en realidad existe.

Cuando la evidencia nos dice que un proyecto innovador está dando buenos resultados en otros países, sobre todo Finlandia, donde surgió, se debería poner todos los medios para su expansión. Pues, ¿a quién no le gustaría evitar la medicación en la medida de lo posible? ¿Quién no preferiría que le tratasen en su hogar, en vez de ser internado en un psiquiátrico? Rodeado de los tuyos, con los amigos y amigas, con los compañeros y compañeras de trabajo, y preservar así tus relaciones sociales.

Todavía se pone en duda la eficacia de esta terapia en algunos foros, donde el modelo farmacológico es predominante, pero nadie ha podido rebatir los resultados de éxito. Gracias a “Diálogo Abierto” algunos hemos perdido el miedo a pronunciar esas dos palabras.

VER TAMBIÉN

IMPULSA

Logo SALUD MENTAL ESPAÑA

COLABORA

Logo Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad