Camino hacia el faro

EL ÚLTIMO DODGE DART

El último Dodge Dart paseaba por la Avenida de la playa. El romanticismo estaba a punto de suicidarse.

Los muchachos jugábamos en la vieja casa abandonada. En sus apolilladas vigas se encontraba una provincia; una provincia bañada por el mar.

Provincia infancia: tan lejana y cercana en el tiempo: ¿Quién disparó contra ti? ¿O fue una bala perdida la que te hirió? Sea como fuere, lo has conseguido; has sobrevivido. Vives en mí. Eres fuerte porque posees tu gran arma: la inocencia.

Inocencia agredida, pervertida y engañada por mi ser. Ingenuidad que brota y resurge de sus propias cenizas cual Ave Fénix: no me falles, como lo hice yo contigo. Acompáñame. Hoy quiero pasar mis días junto a ti. No permitas que ya nada nos separe.

Regreso a aquel pueblo bañado por el Mediterráneo. Me he perdonado mis errores y vuelvo a ver la vida como un niño. Observo la espuma que las olas dejan tras de sí, como los aciertos que tenemos en la vida, que se hacen visibles y se funden nuevamente en el mar que los alberga.

Han pasado los años y el último Dodge Dart afina su motor en el taller. Otra vez paseará por la Avenida de la playa. Los muchachos de ayer hemos quedado en la vieja casa abandonada.

Sí, volvemos a vernos los viejos compañeros de aquel verano. El reencuentro nos aporta felicidad, al recordar viejos tiempos y comprobar que en un lugar de nuestro corazón seguimos siendo niños.

 

 

¿QUIERES ENVIAR TU OBRA?

Pincha aquí para saber cómo

VOLVER A

IMPULSA

Logo SALUD MENTAL ESPAÑA

COLABORA

Logo Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad