PREMIO A LA SALUD MENTAL DE CASTILLA LA MANCHA: PREMIO QUIJOTE

Soy Luis Ramírez, una persona con un problema de salud, en este caso de salud menta. Me diagnosticaron hace 16 años esquizofrenia paranoide, pero la he sufrido por lo menos desde que empecé a coquetear con el alcohol.

A los 32 años sufrí un brote psicótico y lo perdí todo: mi mujer, mis amigos, dejo el deporte, me aíslo y pierdo mi trabajo.

Conozco la asociación y con mucho miedo voy a las terapias, había sufrido mucho y sentido el rechazo de parte de mi propia familia, ya que ellos no entendían qué es la esquizofrenia, ni cómo tratarla, ni cómo ayudar, lo más fácil es desentenderse de “eso que te pasa”, pero tuve suerte, alguien confió en mí, mis padres, mi psicóloga, hice nuevos amigos que sufrían y padecían lo mismo que yo y poco a poco me fueron formando para hablar en público, para perder la vergüenza, para hablar con naturalidad de mi proceso de recuperación y para poder dar charlas de concienciación en los colegios.

Salí elegido como representante de mi comunidad. Hoy conozco mucha gente de otros sitios, de los viajes a Madrid, de la Confederación, de la federación, en fin, compañeros que me enseñan y aprendo con ellos, siempre por y para la salud mental.

Suena el teléfono. “Te tengo que dar una noticia: has sido elegido por unanimidad premio Quijote 2020”. Salgo en muchos sitios, periódico, redes sociales, todo el mundo felicitándome.

Deciros que lo conseguí pero los obstáculos más grandes no han sido los síntomas sino manejar emocionalmente el estigma y el rechazo. A día de hoy le he dado la vuelta a la tortilla, todo el mundo me quiere y de las personas que se fueron ya ni me acuerdo. La herida ha cicatrizado. Mi familia de verdad está conmigo a muerte. Yo tengo los pies en el suelo porque hoy estás arriba y mañana puedo empeorar y volver a caer, pero de lo que estoy seguro es que lo volvería a intentar con todas mis fuerzas. Lo conseguí. Mi hija Inés de 9 años ha sido mi mayor motivación, no se puede explicar con palabras la enorme felicidad que siento. Quiero a todo el mundo.

¡Viva el activismo de la salud mental! Todavía queda mucho por hacer.