Foto de grupo de todas las asistentes a la audiencia, junto a la Reina LetiziaNada más llegar en autobús a la entrada de la finca que rodea el palacio, unos guardias civiles procedieron con el protocolo de seguridad… echaron un vistazo al maletero, nos pidieron a todas y cada una de nosotras el DNI. Tuvimos que esperar unos 20 minutos (que se hicieron eternos) en el autobús, porque ese día la reina tenía no sólo nuestra audiencia, sino 3 más… y habíamos llegado con bastante tiempo de margen. Una chica, cuyo cargo no me queda claro (¿responsable de seguridad?), nos acompañó en el autobús hasta la entrada del palacio, una vez éste se puso en marcha.

Al llegar, nos llamó la atención el número de personas que conformaban el servicio a la entrada a Zarzuela. No recuerdo bien, ¿5 personas? ¿6? Seguro que alguna chica se acuerda mejor que yo. El caso es que, al entrar, nos dirigieron a una “pequeña” sala donde una amable señora (cuyo cargo desconozco), y dos chicas más serían las encargadas de explicarnos cómo tendría lugar la audiencia: cómo colocarnos, cómo saludar a la reina (nada de reverencias; sino simplemente darle la mano y los buenos días – al dirigirnos a ella, como mucho, debíamos llamarla Su Majestad, Usted o simplemente señora–).

Entre la emoción, algunas pudimos ir al baño de dos en dos guiadas por la amable señora que mencioné antes. Y llegó el momento. El procedimiento era simple; ya formada la fila en el orden de entrada a la sala de audiencias nos dirigieron a ella. Le daríamos la mano e, inmediatamente después, nos colocaríamos en la tarima situada detrás de la reina. Y así fue. Lo primero que llama la atención es lo guapa que es… lo impecablemente vestida y maquillada que iba… Iluminaba la sala, y no exagero. Un séquito de fotógrafos de Casa Real no pararon de disparar fotos. Se nota que tiene callo de cara a los medios; no existe foto que la pille en un renuncio, un mal gesto, una fea mueca… Impecable de principio a fin.

Una vez concluido el protocolo, llega el momento de compartir lo nuestro con ella. No me había fijado en que, detrás de los fotógrafos, las sillas estaban dispuestas en círculo y pensé “¿nosotras solas charlando con la reina? ¡Guau!”. Y ciertamente así fue. Ya en un principio trató de normalizar la situación interesándose por cómo nos habíamos organizado para llegar a Madrid, si ya estábamos en la ciudad o habíamos venido para el acto y si después del acto habíamos organizado algo entre nosotras… Nos preguntó cómo teníamos pensado repartir el tiempo del que disponíamos y le explicamos que le daríamos a conocer todo el contenido que habíamos trabajado desde que tuvo lugar el primer taller en 2017.

Elena comenzó con la Visión Global de la Red Estatal y enmarcó las intervenciones; Loli siguió con la exposición del Primer Taller de 2017. Patricia leyó su fantástico texto de Reflexiones. Paloma, que nos emocionó a todas, se encargó de exponer el trabajo del 2º Taller (la consolidación de la Red). Mª Isabel se encargó del Borrador del Manifiesto (estupenda, como siempre). Elena informó de las próximas actividades de la Confederación. Por último, Mercè le entregó dos libros suyos. La reina lamentó el poco tiempo que quedaba para una charla más dinámica entre nosotras. Lourdes, con la adorable espontaneidad que le caracteriza, le hizo saber que existen mujeres que lo están pasando francamente mal y con circunstancias muy desfavorables. Ana también le hizo conocer su situación actual en una vivienda tutelada.

La reina emplea muy bien el vocabulario a la hora de hablar de Salud Mental. Se nota que se lo ha “empollado”, como bien nos comentaban antes de la audiencia. Comprometida (sin necesidad) y competente, no será la última vez que la reina haga seguimiento de los asuntos de la Confederación Salud Mental España. Sabe perfectamente, como así nos dijo, que ella puede darnos visibilidad (no puede ir más allá) y estoy segura de que así lo seguirá haciendo en años venideros. Ojalá así sea y la tengamos de aliada. No importa mucho si se habla de su vestido, si con él recibió a la Red Estatal de Mujeres y Salud Mental. Un placer compartir esta experiencia con vosotras, chicas.