ELENA BRIONGOS, GRANDE DE CASTILLA Y LEÓN

El pasado 13 de junio de 2019 Elena Briongos, actual presidenta de la Federación Salud Mental de Castilla y León, se incorporaba al patronato de la Fundación Cermi Mujeres en calidad de representante de la Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA. Su cometido será visibilizar a las mujeres con diversidad psicosocial.

Diversamente ha querido hacerle una entrevista en primera persona con el fin de visibilizar su trabajo y trayectoria dentro del tejido asociativo y de cómo las personas que tienen o han tenido algún problema de salud mental nos ofrecen día a día modelos de recuperación, empoderamiento y trabajo fructífero. Una labor que no es fácil, pero no por ello imposible, que es necesaria y aporta riqueza a nuestra sociedad a través del valor intangible pero duradero de los valores humanos.

¿Qué ha significado para ti llegar a la presidencia de la Federación de Castilla y León?

Ha sido el fruto de un trabajo y una trayectoria en la que mi aportación ha sido generosa y valiente. Hay momentos que son clave, como son el programa Julia, taller que trabaja con la mujer del entorno rural, o el convenio que hemos firmado hace apenas unas semanas con el Colegio de Psicólogos de Castilla y León. Para mí, iniciativas como esta ponen encima de la mesa la necesidad de trabajar de manera colaborativa. Los frutos que da son magníficos, pues se ofrecen para colaborar con nosotros, abren las puertas de sus instalaciones para que demos charlas o ponencias… Para mí eso es normalizar, nos permite acceder en plano de igualdad junto a técnicos y especialistas, algo que hace unos pocos años no era tan habitual. Porque no hay nada más cierto que todos somos seres humanos, y debemos tratarnos de esa manera. Es necesario aparcar las etiquetas y poner en foco el hecho de que todos somos personas. Todos estamos en el mismo barco.

Hablemos de las etiquetas, si te parece…

Yo tuve mi debut con la salud mental cuando tenía 18 años, pero nunca me he sentido una «loca». Desde entonces hasta ahora hemos estado cambiando el vocabulario, hemos estado evolucionando y hemos llegado a la diversidad psicosocial, y continuaremos haciéndolo. Para mí es importante el hecho de llegar a la normalización. Yo he tenido muchos ingresos, he tratado con mucha gente de una diversidad muy grande, pero para mí todas las personas estamos al mismo nivel: eso es normalizar. Cuando vas a un hospital y te quitan todo lo que tienes: tu ropa, tus cosas, tu identidad… cuando te despersonalizan, es necesario recuperar ese tratamiento como personas. Cuando ingresas por otros motivos, como un ataque al corazón, no te obligan a prescindir de la presencia de tu acompañante. ¿Por qué a nosotras sí? Por eso es muy importante el trabajo que se está haciendo desde la Confederación poniendo medios y preparando el terreno para que personas como nosotras, con experiencia en primera persona, accedamos incluso a la presidencia de las federaciones y las asociaciones. En ellas, tradicionalmente se ha trabajado desde la iniciativa de los familiares, y a mí me encanta trabajar con ellos, pero los procesos requieren tiempo y no es beneficioso forzar las cosas. Hay que tener paciencia.

Elena Briongos hablando en públicoEs notable que la participación en Primera Persona es necesaria. ¿Crees que las personas con experiencia propia saben qué hay que hacer para participar?

Para participar hay que decir que sí. Es así de sencillo y así de rotundo. Hay que decir que sí, y trabajar, y leer mucho, y pensar mucho también. Yo la he vivido así. Es evidente que en algún momento podemos vivir alguna crisis, es evidente que muchos de nosotros convivimos con los efectos secundarios de las medicaciones, que no son pocos ni leves, y en momentos como esos no puedes. Pero cuando estás más estable, es el momento de participar. Y participar requiere invertir muchas horas, trabajar mucho. Mi ofrecimiento es desde dentro, yo llevo muchos años participando. Primero como vocal en Salud Mental Aranda. Tiempo más tarde, cuando me eligieron presidenta, ahí sentí un verdadero vértigo. Es un reto a nivel personal. Ahora, al llegar al patronato de Cermi Mujeres, no he cambiado, sigo siendo la misma persona. Quizá mi entorno ha cambiado, me relaciono con un abanico más amplio de personas. Pero yo sigo siendo la misma en esencia. También es cierto que he recibido mucha ayuda a nivel personal, a nivel de conocimiento. Una vez, cuando hablaba con la directora de Salud Mental Aranda, le decía: “yo debo estar enferma, porque me voy a dormir repasando los estatutos de la asociación”.

No estabas enferma, estarías llena de entusiasmo…

Efectivamente. Ahora intento cambiar la actividad y leer una novela que no tenga nada que ver con lo que hago durante el día. Pero para mí no es desconectar, yo lo vivo todo como un continuo. Voy cambiando de acción, pero mi vida es la salud mental.

¿Cómo has vivido tu trayectoria con la salud mental a nivel personal?

Yo tuve mi primera crisis con 18 años. Ahí aprendí a identificarme en estados positivos y negativos, a reconocer comportamientos. Por otro lado, aprendí etiquetas, medicamentos, efectos secundarios, conocía a psiquiatras… Y me dije: “bien, he salido de ahí. He tenido que prescindir de un proyecto de vida que yo tenía, pero tengo que aceptar la vida que me ha tocado tener”. Y decidí que iba a tener una vida plena, que iba a vivir desde el corazón. Yo estaba en Barcelona, no pude ir a la universidad, tener esos 2 o 3 hijos que había pensado tener yo sola; esos eran mis planes entonces. Pero no he sentido que mi vida se haya truncado. Tuve mucho apoyo por parte de mi familia. No sé qué hubiera pasado si no hubiera tenido esa irrupción, pero no me siento defraudada. Sé que mi caso no es como el de otras personas, sé que hay muchas que están sobremedicadas, y que tienen muchas dificultades para lograr una vida plena. Pero también sé que hay cierto poder en la actitud interna que tengamos. Pero no es fácil generalizar, somos muy diversas, tenemos cada una nuestra historia, nuestros diagnósticos…

Pese a todo, ¿crees que hubiera sido distinto si hubieras tenido más información sobre salud mental entonces?

¡Por supuesto! Entonces no había ninguna información. En mis charlas a adolescentes les suelo decir que si yo, entonces, hubiera tenido el 20% de la información que les hemos transmitido, todo hubiera sido mucho más fácil. Las personas no se hubieran sentido ni tan solas, ni tan extrañas, hubiéramos llegado mucho antes a la recuperación. El poder hablar, expresarnos, el poder acceder a la información… Todo hubiera cambiado sensiblemente. Mi hermano mayor me contaba que, al comenzar todo, la salud mental no estaba contemplada en la Seguridad Social, ni siquiera las medicinas que necesitaba. Ahora no siento eso, pero sí me hubiera gustado porque el camino hubiera sido mucho más fácil y rápido.

Tus planes como presidenta de la Federación contemplan en gran medida la salud mental de las mujeres del entorno rural, además de la participación y la representatividad de la primera persona.

Sí, en el entorno rural tenemos muchos problemas. Acabamos, como quien dice, de empezar. Durante años he cuidado de mi padre, ahora lo hago con mi madre. Pero he sabido organizarme. Para mí es importante entender que las personas cuidadoras también viven esa realidad de cuidar de otras personas dependientes desde un punto de vista positivo, no sólo desde lo negativo, que a veces es más visible. En el entorno rural es más difícil encontrar redes de apoyo. Pese a ello, cuando tuve que volver con 18 años a casa y abandonar mi proyecto de estudiar Historia del Arte, siempre me he apoyado en la familia. Hace 15 meses hemos abierto una delegación en un pueblo que abre un día por semana. Es una oportunidad para tratar a la gente en el lugar donde vive. Las mujeres con problemas de salud mental que viven en pueblos no cuentan con la figura del asistente personal, necesitan cambios, empoderamiento, creer en ellas mismas.

¿Cómo animarías a las personas a participar?

La participación es un tema de crecimiento personal, de reflexionar y decidir sobre tu propia vida. Todas las herramientas que ahora tenemos a nuestro alcance: los Comités en Primera Persona, esta misma plataforma Diversamente, etc., son herramientas para empoderarnos y escuchar a los demás. Hay que llamar, preguntar, participar, escuchar, dialogar. Hay que decir que sí.

 


Hemeroteca:

13 JUNIO 2019: https://saludmentalcyl.org/2019/06/13/nuestra-presidenta-elena-briongos-nueva-patrona-de-la-fundacion-cermi-mujeres/

29 MAYO 2019: https://www.europapress.es/castilla-y-leon/noticia-federacion-salud-mental-colegio-psicologia-cyl-colaboraran-acciones-formativas-educativas-20190529124205.html

16 MAYO 2019: https://consaludmental.org/sala-prensa/derechos-humanos-jornadas-castilla-leon-46246/

14 MARZO 2019: https://consaludmental.org/general/entrevista-elena-briongos-presidenta-salud-mental-castilla-y-leon-45060/

27 FEBRERO 2019: https://saludmentalcyl.org/2019/02/27/el-95-de-las-participantes-en-el-proyecto-julia-ha-reforzado-sus-red-de-apoyos-y-recursos/

En Primera Persona: https://diversamente.es/dt_testimonials/el-retorno-del-hombre-sistema/