José Luis Herrera y José Luis Méndez sentados en dos sillas en el escenario. Tras ellos, la mesa de ponencias con el cartel con el lema "Conecta con la vida"

JORNADA ‘Conect@ con la vida’

El pasado lunes 23 de septiembre, la Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA celebró la Jornada Técnica del Día Mundial de la Salud Mental, este año dedicada a la prevención del suicidio. El acto, que tuvo lugar por segunda vez consecutiva en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, contó con la participación de la primera persona como principal eje para transmitir la realidad del suicidio y los aspectos más importantes que las estrategias de prevención deberían cumplir para ser realmente efectivas.

Contenido de la Jornada:

  1. Inauguración.
  2. Ponencia marco. Las muertes invisibles.
  3. ¿Se puede prevenir el suicidio?
  4. Sobrevivir al suicidio. Historias contadas por sus protagonistas.
  5. Entrevista a José Luis Herrera, superviviente de suicidio.

 1.    Inauguración.

Nel A. González Zapico, presidente de la Confederación, inauguró la jornada reclamando “un abordaje de la realidad del suicidio desde diferentes perspectivas”. Las cifras hablan por sí solas. En 2017, murieron 3.679 personas. Por cada una de ellas, una veintena más lo intentan. El índice es distinto según los colectivos. Por ejemplo, en las personas que han sido diagnosticadas de esquizofrenia es 9 veces mayor.

González insistió en que el punto de partida es que “el suicidio puede prevenirse. Reivindicamos un abordaje transversal y que se derriben los mitos que acompañan a esta conducta: no es una llamada de atención, es la máxima expresión del dolor”.

Las soluciones comprenden un teléfono de tres cifras que atienda a personas en riesgo de suicidio, abordaje desde distintos frentes, protocolos que impliquen a distintos agentes sociales, formación específica a los profesionales y dotar a los más jóvenes de herramientas, como la formación en gestión de emociones. “La ONU nos marca que la prevención del suicidio debe ser una prioridad. Estamos ante el primer problema de salud de Europa”.

A continuación, Jesús Celada, Director de Políticas de Apoyo a la Discapacidad del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social intervino recordando que “una de cada cuatro personas sufriremos a lo largo de nuestra vida problemas de salud mental, y gracias al tejido asociativo el abordaje puede ser mucho más fácil”.


2.    Ponencia marco. “Las muertes invisibles”.

A continuación, intervino Andoni Ansean, presidente de la Sociedad Española de Suicidología y de la Fundación Española para la Prevención del Suicidio con una ponencia que, bajo el título “Las muertes invisibles”, acentuaba cinco realidades sobre el suicidio que conviene tener en cuenta para derribar creencias erróneas.

1. El suicidio EXISTE:

  • En España se suicidan unas diez personas al día, una cada dos horas y media. “A lo largo de esta jornada, 2 personas se habrán quitado la vida”.
  • El 75% de estas persona son hombres.
  • Además, un 5% de los accidentes de tráfico son suicidios y “las muertes accidentales por ingesta de psicofármacos” también lo son.
  • Los intentos de suicidio dejan secuelas en las personas. Se considera que hay 20 intentos por cada suicidio efectivo.
  • La ideación suicida alcanza al 4,5% de la población española: más de 2 millones de personas en España piensan el suicidio.
  • En los últimos años se han extendido bulos a través de redes sociales como “Momo” y la “Ballena azul”, que han producido mucha alarma social.

 2. El suicidio se puede prevenir:

Andoni Ansean afirmó que “nosotros no sabemos por qué se suicidan las personas, igual que no sabemos por qué se deprimen y tampoco por qué oyen voces. Tan despistados estamos que pasamos de buscar en el cerebro, que es muy complejo, a buscar en el sistema digestivo. Pese a toda esta incertidumbre, sí sabemos su prevención. Sabemos cuáles son los precipitantes, los factores de riesgo, los factores y las estrategias de prevención”.

Además, señaló la importancia de realizar planes estatales de suicidio, tal y como recomienda la ONU. “Hasta la fecha, únicamente 38 países lo tienen. En España no existe ninguna estrategia, plan o programa estatal de prevención del suicidio y el Plan Nacional de Salud Mental de 2009 no está actualizado. Aunque, por otro lado, sí se han desarrollado algunos a nivel autonómico, en Galicia y País Vasco”.

3. Nadie que es feliz se suicida:

El psicólogo señaló que uno de los objetivos más importante sería que el sistema creara sociedades seguras. Así mismo, criticó la “dictadura de la felicidad, una exigencia que sólo trae más infelicidad. En la vida hay a menudo dificultades, muchas veces inmerecidas. Rebajar las expectativas, asumir que con nuestros derechos también van ligadas responsabilidades y lidiar con los problemas pueden ayudar a liberarnos de esa dictadura”.

Otros factores que intervienen en la infelicidad son “estar psiquiatrizado, la pérdida de trabajo, las inquietudes que se producen en la infancia, etc.”.

4. La prevención del suicidio no es sólo de salud mental ni exclusivamente sanitaria:

En el abordaje del suicidio hay muchas carencias, no es un asunto únicamente de salud mental. No tenemos protocolos de prevención en salud mental y no todos los dispositivos garantizan la salud mental.

La Fundación Española para la Prevención del Suicidio ha lanzado la app “PrevenSuic”, la primera que se ha hecho en español y traducida al portugués. En ella se pueden consultar distintas escalas de evaluación y otras herramientas para evaluar el riesgo suicida en la consulta de salud.

Ansean remarcó además la necesidad de formar, coordinar y organizar transversalmente a los distintos agentes sociales: sanitarios, jueces, bomberos, policía, personal de seguridad, personal del metro, etc.

5. El suicidio solo puede ser prevenido o llorado:

El estigma asociado al suicidio debe ser atendido a través de una mayor concienciación social de la conducta suicida. En este sentido, los medios de comunicación son fundamentales para transmitir información adecuada.


3.    Debate. “¿Se puede prevenir el suicidio?”

A continuación, se produjo el debate ¿Se puede prevenir el suicidio? entre Rosa de Arquer, psicóloga del Teléfono de la Esperanza de Asturias, Mercedes Navío, coordinadora de la Oficina de Salud Mental de la Comunidad de Madrid, Laura Bezos Saldaña, psicóloga clínica del SUMMA, Sergio Tubío, coordinador de formación del Cuerpo de Bomberos de Madrid y Gabriel González, periodista y autor del libro ‘Hablemos del suicidio’. Coordinaba la mesa de debate Rosa Bayarri, presidenta de Salut Mental Comunitat Valenciana.

Las personas que debatían trataron diversos temas, como la prevención del suicidio, cómo se debe tratar ese tema en los medios de comunicación, cómo se debe estructurar la formación sobre el suicidio en la sociedad, entre otros. Recogemos a continuación las principales ideas que se lanzaron:

  • Se puede prevenir, abordando los factores de riesgo y potenciando los factores de protección. No es un fenómeno aleatorio y se puede prevenir. – Laura Bezos
  • En la Comunidad de Madrid hemos llevado a cabo una mejora de la coordinación en niveles, algo que puede resultar poco estimulante, pero que marca la diferencia. Se trata de coordinar a las personas de distintos ámbitos, especialmente en el sanitario y el de la prestación de ayuda, elaborar guías para docentes y para la elaboración del duelo, etc. – Mercedes Navío
  • Los servicios de atención primaria necesitan tener profesionales bien formados. El 45 % de las personas con intenciones suicidas visitan a su médico de atención primaria unos meses antes. Las actitudes del personal son esenciales: no juzgar, entender, aunque cueste, escuchar, empatizar. – Laura Bezos
  • Cuando se atiende a una persona que se quiere suicidar hay que estar muy bien formado. Al final sólo recuerdan cómo se sintieron y no exactamente qué le dijeron. – Sergio Tubío
  • No estamos preparados para escuchar los motivos por los que una persona se quiere suicidar. A veces se le retira la palabra. – Sergio Tubío
  • Hablar de los problemas es el primer paso para encontrar soluciones. Cada vez se habla más, es un problema de salud pública, tiene que intervenir toda la sociedad. – Rosa Bayarri
  • Hace falta hablar y concienciar a la sociedad. Los medios deberíamos erradicar falsos mitos, pero nos falta formación. Nos dicen en la facultad que este tema no se trate porque se puede producir el efecto contagio. – Gabriel González.
  • No se debe caer en sensacionalismo, pero sí se debe hablar del fenómeno y crear espacios de reflexión. Se tomar como referenci el tratamiento de la violencia de género y aplicarlo a este otro tema. Hay una regla de las tres R: respeto, rigor, responsabilidad. – Gabriel González.

4.    Debate. “Sobrevivir al suicidio. Historias contadas por sus protagonistas”

El siguiente debate fue protagonizado por Judith Sala, socia y voluntaria de la Asociación ‘Deprés del suicidi’; Francisco Javier Hurtado, superviviente del suicidio y Bárbara Mitats, Técnica de la Federació Salut Mental Catalunya. Elías Miñana, persona con experiencia propia, moderó esta mesa en Primera Persona.

  • Una persona llega a querer suicidarse por varios motivos: un gran sufrimiento, desconocimiento de pedir ayuda… La persona se siente sola, siente que ha fracasado, que algo ha salido de sus coordenadas, y no le ve salida. – Francisco Hurtado
  • A mí me ayudó la Asociación ‘Deprés del suicidi’ porque, tras el suicidio de mi padre, los Mossos (d’Esquadra) nos informaron de que se nos consideraba víctimas de un delito con violencia y nos explicaron que existía esa asociación. En ese momento tienes una gran soledad, piensas que sólo eres tú. Gracias a trabajar con ellos, el proceso de duelo ha tenido probablemente menos duración y yo he tenido espacio fuera del entorno familiar para expresar todo lo que se me pasara por la cabeza. – Judith Sala
  • El duelo es natural y transformador, pero puede convertirse en complicado o patológico cuando hay reticencias a abandonarlo y nos impide avanzar. Todos tenemos recursos, incluso para superar muertes traumáticas como las del suicidio. Lo más preocupante es que una de las consecuencias puede ser la no búsqueda de ayuda o de recibir apoyo. Desde el movimiento asociativo se está luchando contra el estigma y, sobre todo, visibilizando, para llegar al máximo número de personas posible a través del activismo, de la primera persona y de los familiares. – Bárbara Mitats
  • En el fondo nadie se quiere suicidar. Casi siempre intentan hacer algo. Es necesario tener persistencia, perseverancia, estar ahí constantemente. Fran lo decía: es importante la existencia de una sanidad pública. Mi padre se intentó suicidar anteriormente y la psiquiatra nos dijo que era una llamada de atención. La propia psiquiatra. Le dieron hora tres semanas después de la primera tentativa. – Judith Sala
  • Hay una historia de Viktor Frankl. Una mujer lo llamó, con claras intenciones de suicidarse. Estuvieron hablando durante la noche, pero, al cabo de unos días, apareció en su consulta. Él le preguntó: “de todo lo que yo le argumenté, ¿qué le hizo cambiar de opinión?”. A lo que ella respondió: “sinceramente, no hubo nada que usted dijera que me hiciera cambiar de opinión. El simple hecho de que llamé a una persona a las 3 de la mañana y hable media hora conmigo sin recriminarme que le había despertado me hizo pensar que igual me estaba perdiendo algo y estoy intentando averiguarlo”. – Judith Sala

5.    Clausura. Entrevista a José Luis Herrera, superviviente de suicidio.

Se produjo un diálogo entre José Luis Méndez (M), trabajador social de SALUD MENTAL ESPAÑA y José Luis Herrera (H), voluntario de AFES Salud Mental Santa Cruz de Tenerife y superviviente de suicidio.

(M) Esto va a ser una conversación.

(H) ¿Por qué no hemos sido capaces de hacer esto antes?

(M) Este es el año, porque gira en torno del suicidio. Es el año para arrancar un compromiso político que ataque la base de esta lacra de pérdida de vidas humanas.

(H) Tenemos una gran fuerza de la ideología religiosa, donde el suicidio siempre se ha visto como un delito y se ha estigmatizado. Hasta 1983 las personas no eran ni enterradas. No se habla, está invisibilizado y hay que hablarlo.

(M) Es un poco raro que en la era de las redes tampoco aparezca. Quizá se deba a que tenemos una sociedad exigente, estructurada, que nos obliga a hacer la máxima versión siempre.

(H) Un mundo super competitivo y exigente donde tenemos que ser los mejores: tener éxito, hijos, familia, ser felices. El famoso síndrome de la felicidad.

(M) ¿Eso tiene relación?

(H) No todas las personas estamos preparadas para competir en este sistema. Se deben atender a los factores psicosociales, menos que al modelo biologicista.

(M) ¿Qué importancia tienen las historias vividas en la infancia o en la adolescencia para la conducta suicida?

(H) Si eres víctima de abusos sexuales en la infancia, como yo lo fui, tienes el talonario completo de papeletas para tenar un problema de salud mental. A los 8 años se transformó en un recuerdo aislado al que no podía acceder. Empecé a escuchar voces que me enviaban mensajes de no servir, de quitarme la vida. Tener que escuchar esto durante todo el día todos los días no es plato de buen gusto para nadie.

(M) ¿Cuál fue la reacción de tu entorno cuando tentativa de suicidio?

(H) En dos ocasiones me acompañaron y en otras dos no quisieron entrar. En mi familia el suicidio es tabú, no se habla. Por dolor, estigma o prejuicios.

(M) Me gustaría que te centraras en la luz al final de los problemas. ¿Cómo está siendo tu proceso de recuperación?

(H) La estabilización es un mensaje que no sabía que existía hasta que llegué al sistema asociativo. En psiquiatría me decían que era crónico, que era para siempre, y me trataban con medicación. En la asociación empecé a oír cosas como empoderamiento y empiezo a hacer otras actividades. La asociación ha supuesto un antes y un después. Sin embargo, también tuve recaídas. En abril puse una canción en Facebook y Enrique, que estaba en Asia, movilizó a mi entorno de compañeros de tal manera que dieron conmigo y vino la policía. Es primordial la preparación de los cuerpos de policía y sanitarios.

(M) ¿Qué mejorarías de ese momento de intervención?

(H) Tuve un momento de lucidez cuando vino la policía. Y me di cuenta de que, en ese momento, ya tendría que estar viendo a San Pedro (quiero quietar hierro al asunto). Si vas a urgencias lo más probable es que acabes en un ingreso involuntario y con contención mecánica. En otra situación me ataron y dejaron que me hiciera todas mis necesidades encima. Quiero hacer estas reivindicaciones.

(M) Sí, que son apoyadas por la confederación y por todos los movimientos en primer persona. Es bueno que hablemos de las contenciones en un foro así. Que todo el mundo tenga claro que aún se producen y no debería ser así. ¿Por quién te has sentido apoyado?

(H) Me he sentido apoyado por mi psicóloga, mis amigos, colegas y personas del entorno a lo que me dedico en el mundo de la salud mental.

(M) Los Grupos de Ayuda Mutua (GAM) son muy importantes. No es lo mismo un profesional que una persona igual.

(H) La relación es distinta, nutrida desde la experiencia; es una relación horizontal. El profesional tiene unos conocimientos más amplios pero teóricos.

(M) El suicidio va unido al sufrimiento de la persona. ¿Cómo se puede aliviar?

(H) No hay un indicador que puedas medir. Pero estar sin poder dormir y sentir que te quieres quitar la vida es devastador. Imagina un cuentarrevoluciones de tu coche, llegando a la zona roja, pasándola, dando la vuelta. En ese momento tu mente quiere dejar de sufrir.

(M) A veces no sé qué decirle a la persona.

(H) Detrás de la tormenta llega la calma y el arcoíris. Esto es una mala racha, un proceso y tiene un final. Hay que verbalizarlo, hay que buscar ayuda. Tiene un final.

(M) Por apuntillar, el trato debe ser un traje a medida. Todos debemos ser conscientes de que la responsabilidad es social, para que tengas una red de apoyo. ¿Se puede prevenir?

(H) Sí, se puede prevenir. Yo, cuando empecé a recuperarme, me despertaba a las 3 de la mañana. Mi testimonio está en Diversamente. Desde entonces tengo el compromiso ético de ponerle nombre y apellidos a este fenómeno. Quizá no tengamos, como país, el índice más alto, pero somos 3.700 personas, no piedras. Además, hay que tener en cuenta que hay más que no se están teniendo en cuenta como suicidios, que igual suponen 1.000 personas más al año. Hay campañas de tráfico cada vez que hay una operación salida. Le he pedido a Nel que pidamos un “pack indivisible”, como los de los yogures que no se venden por separado. Un pacto de estado que evite el sufrimiento de muchísimas personas y que evite las muertes: asignatura obligatoria de estudio de gestión emocional y habilidades sociales, la figura del psicólogo en atención primaria -no puede ser privada- y que sea accesible, universal y que te atienda una vez por semana una hora. Por último, el teléfono de tres cifras que se pueda memorizar. Un verdadero plan de prevención del suicidio. En la ONU hay 193 países. De ellos, sólo 38 tienen plan de prevención del suicidio.


En Primera Persona:

Elías Miñana, moderador de la mesa testimonial, expresa así sus reflexiones sobre su propia experiencia:

“Morirse no debe de ser nunca una opción a seguir adelante, de hecho no es ninguna opción a seguir adelante porque todo se acaba en el momento de la muerte y, aún creyendo que después de la muerte pude haber algo más, no creo que vaya a ser mejor que lo que estoy viviendo aquí si me quiero morir, al menos en un principio.

Hay tres sentimientos inherentes a todo ser humano: el miedo y la culpa, al igual que el amor, el profundo y verdadero amor sin condiciones. El miedo y la culpa son aterradores, mientras que el amor es invisible y más poderoso que los otros dos juntos. El miedo y la culpa nos invaden, se entremezclan con lo que somos y nos confunden, son invasivos y no respetan nada ni a nadie. El amor siempre está, pero ha de ser uno mismo quien lo descubra y quien lo abrace desde dentro, desde su ser más profundo.

Las dos veces que quise suicidarme, sentía tanto miedo y tanta culpa… Estaba tan invadido de dolor y soledad que la única forma en la que creía que podría abrazar al amor era marchándome, muriéndome. Y no solo no hubiese sido así, sino que el miedo y la culpa me hubiesen vencido si lo hubiese logrado, si hubiese logrado matarme.

Cada uno de nosotros, los que hemos intentado suicidarnos, ha encontrado una manera de superar el miedo y la culpa que un día nos llevaron a querer matarnos.

Cada uno de nosotros ha encontrado una forma única e intrasferible de superar cada día, de encontrar cada día ese amor infinito que hay dentro de cada uno de nosotros y de abrazarlo. Pero no lo hemos conseguido solos, al menos en mi caso. Ha habido y hay personas a mi alrededor que me han ayudado inmensurablemente y que, sin ellas, no sé si lo hubiese logrado: familia, amigos, profesionales. Gracias a ellos hoy sigo adelante, abrazo el amor que doy y el que me dan, y trato de entender, como la mayoría de nosotros, de qué va todo esto con la confianza en mí mismo de que cuando llegue mi natural final haya merecido la pena vivirlo”.

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