La hora de la psicología-Basilio García

LA HORA DE LA PSICOLOGÍA

Siempre es bueno escuchar a profesionales del entorno de la salud mental, acaso sea para reforzar tu línea de pensamiento, o argumentación.

Con este ánimo acudí, hace unos días, a la charla del Colegio de Psicología de Ceuta, en lo que sería una mesa de diálogo sobre el tratamiento de la información en situaciones de emergencia.

El mensaje quedó claro: hay que ceñirse al criterio de utilidad pública, y evitar ese vicio que es el sensacionalismo.

Sin embargo, vengo a este espacio para referirme a las palabras de bienvenida de la presidenta del Colegio de Psicología de Ceuta, Lola Escalante. Así, voy a intentar ofrecer una lectura distinta de estas palabras reivindicativas, pero manteniendo escrupulosamente su sentido.

No por decir una obviedad un millón de veces ésta deja de serlo: Hacen falta psicólogos y psicólogas. Hace falta un cambio en el paradigma de atención.

En la actualidad, empezamos a hablar de salud mental cuando se produce una pérdida significativa, y entonces se hace necesario un proceso de recuperación.

Según este modelo, la salud mental se mueve en una escala de gravedad. A partir de cierta gravedad los casos se derivan a las unidades de salud mental, las cuales se ven saturadas, y en consecuencia los pronósticos de evolución son poco ambiciosos. Lo apretado en los tiempos de atención hace que el modelo de recuperación se base en las terapias farmacológicas, y se echan en falta las bondades de la psicoterapia. La escasez de profesionales de psicología nos obliga a calificar el sistema como insatisfactorio e ineficiente.

Además, muchos casos menos graves son intervenidos en Atención Primaria por médicos no especializados, y cualquier atisbo de ansiedad o depresión es reconducido rápidamente a la vía de los fármacos. Así, tenemos a España como el principal consumidor de ansiolíticos de Europa.

La apertura de gabinetes de psicología en Atención Primaria serviría para descongestionar las unidades de salud mental, que tendrían más recursos para atender los casos de sintomatología más persistente. No toda tristeza es una depresión, ni todo episodio de ansiedad debe tratarse con fármacos (la ansiedad tiene una causa, y el profesional debe bucear en el interior de la persona para identificar y actuar sobre el origen).

Otro espacio donde la psicología tendría un efecto positivo y beneficioso es el ámbito educativo. Muchos niños y niñas están expuestos a un sistema cada vez más exigente, competitivo y despersonalizado, ahora con el impacto de las redes sociales, por lo que un gabinete de psicología en cada centro aliviaría muchas situaciones de sufrimiento por acoso o frustración.

En definitiva, se trataría de mover a la salud mental desde una escala de gravedad, basada en la recuperación, hacia una escala de calidad, donde el foco está en la promoción, la prevención y en la vigilancia.

Si logramos que la persona explique su experiencia mental con palabras, todo será más fácil y llevadero. A esa guía la llamamos psicología.

Basilio García Copín, presidente de Salud Mental Ceuta e integrante del Comité Pro Salud Mental en Primera Persona.

 

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