Una mesa de reuniones con ordenadores, cinco manos juntan sus puños en señal de trabajo en equipo

Manifiesto sobre el Trabajo

Cuánta energía vertida en el vacío. Cuántos sueños depositados en las cunetas del olvido; y cuántas mañanas sobrecogidos por la incertidumbre de quien no conoce su destino.

Si es que hay alguien al otro lado de las letras, desde el Comité Pro Salud Mental En Primera Persona pedimos que se dé cumplimiento al derecho fundamental al trabajo.

Pedimos que se creen las estructuras normativas suficientes para adecentar esa anomalía social según la cual el 86% de las personas con un problema de salud mental grave no disfruta de un proyecto de vida independiente, en recompensa de su trabajo.

Sin una ocupación remunerada que procure la autonomía, la mente viaja detrás de una respuesta que nunca llega, y la confusión detiene el proceso de recuperación hasta hacerlo inmóvil.

Por el contrario, con un objetivo claro, con una rutina, y educados en la cultura del compromiso, la mente evoluciona hacia una realidad más saludable, mejor. La autoestima de nuestro colectivo también nos hará avanzar como sociedad.

En el terreno de lo concreto:

Reivindicamos que mejoren y se refuercen las políticas activas de empleo.

Pedimos que se ayuden a las entidades sociales en su trabajo en red con otros organismos para que sigan apoyando los procesos de empoderamiento e inserción laboral de las personas con discapacidad psicosocial.

Asimismo, que se invierta en la transición desde el empleo protegido al empleo ordinario.

Que nos apoyen en la creación de cooperativas sociales y autoempleo.

También, que se desarrollen planes de formación, de capacitación para el empleo y de las prácticas formativas.

Es necesario sensibilizar al tejido empresarial sobre la integración laboral de las personas con problemas de salud mental, y sobre la creación de entornos de trabajo saludables y positivos. ¿Por qué no avanzar en las cuotas para personas con discapacidad en las empresas hacia el 3%? ¿Por qué no crear cuotas específicas para el colectivo de la salud mental en la administración pública, siguiendo el ejemplo de Andalucía?

Hay que impulsar medidas para que haya condiciones laborales adecuadas, se eviten situaciones de acoso laboral y se favorezca la conciliación de la vida personal y laboral.

Se debe controlar de forma efectiva que los Centros Especiales de Empleo, y su normativa reguladora, se ajustan al modelo social exigido por la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.

Para que los brotes verdes den su fruto hay que insistir en la plasmación del espíritu de la Convención y en la incorporación de valores como la autonomía, la independencia, o la capacidad universal y con apoyos.

Hay que avanzar en la accesibilidad, en los ajustes de calidad, en el establecimiento de planes personalizados, en las adaptaciones específicas, en la potenciación de la estabilidad y la continuidad, en la garantía para el desarrollo de una carrera profesional, en la no obstaculización de la movilidad de los trabajadores, y sobre todo, en la revalorización de nuestro esfuerzo.

Para estar acordes con el signo de los tiempos, reivindicamos que todas estas medidas se amplifiquen a favor de la mujer, para lograr una verdadera igualdad de género, de manera que la brecha salarial quede superada, y ésta puedan disfrutar de un entorno laboral seguro e inclusivo.

Siendo así, juntos podremos levantar el sol con nuestras manos en la hora pronta del amanecer, y hacer propio el mensaje de la vida en plenitud.

Por todo ello, alzamos la voz en demanda de un rol social que nos faculte para el bienestar psíquico, entendiendo que la justicia social es un estado en el que las personas se benefician del mercado de trabajo en igualdad de oportunidades y libres de una discriminación inmerecida.

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