Imposible llegar a la altura y golpear cuando lo que se escapa se quiere tanto. Inútil tratar de alcanzar la propia sombra. He aprendido tanto de ti… eres difícil, inalcanzable, única como un edelweiss que crece a una altura que si intento alcanzar, me falta el oxígeno. Me quedo con tus caricias en mi cuerpo y los golpes en mi alma que sé que jamás devolveré. Me has hecho más humano y fuerte. Ahora busco una dirección. No sé a dónde voy, pero sí que a ese lugar desconocido llevo un trocito de ti.
Joaquín Casis