PRESENTACIÓN
Para la confección de este artículo he hablado con Pili da Silva, propietaria de la Vitoneta. No me ha hablado de un vehículo cualquiera, una furgoneta cualquiera, ni siquiera una Mercedes-Benz cualquiera… Guille y Pili hacen especial a una Mercedes-Benz Vito a la que han bautizado como la Vitoneta…
LA VITONETA
A Pili no le convencía mucho eso de comprar una furgoneta, pese a que su Opel Astra, con 300.000 kilómetros, daba problemas. Con un año de carnet de conducir, la veía un poco complicada de manejar. Guille, en cambio, tenía amigos “furgoneteros” y le iba la idea de comprar una. Convenció a Pili, y se decidieron: después de buscar, encontraron una Vito 110 CDI, con algún bollo pero con pocos kilómetros. Le sacaron los abollones, la pintaron, y quedó de lujo.
Pues bien: ha llegado el momento en que Pili no cambia su Vitoneta por ningún coche, ni siquiera un Ferrari. ¡Haces bien, Pili!
Pronto Pili se hizo a la Vitoneta y la Vitoneta se hizo a ella. Se trata de una extraña simbiosis entre ella y la máquina, que parece que ambas agradecen, pues lleva recorridos 100.000 kilómetros con ella sin dar problemas, si bien hay que decir que a veces le cede el puesto de conducción a Guille.
Guille y Pili hay veces que no planifican el viaje: uno propone ir a un sitio, el otro acepta, y se lanzan a la carretera. Lo más lejos que han ido ha sido a Cádiz partiendo de León, aprovechando un puente de tres días y siguiendo esta ausencia de planificación que, personalmente, me parece muy divertida y fuera de toda rutina.
La furgo, dice Pili, es una casa con ruedas. Le gusta su comodidad. En uno de sus viajes sin rumbo, en el que en principio Guille y Pili iban a recorrer Galicia, pasaron a Portugal –el paraíso de Pili, junto con Cádiz y Villablino (su localidad de origen)- y acabaron en Póvoa de Varzim, en casa de los tíos de Pili a los que hacía veinte años que no veía. Fue un momento muy emotivo, como lo fue la primera escapada que hicieron Pili y Guille con la Vitoneta, con destino al precioso municipio lacianiego de Villablino, donde pernoctaron en la aún abollada furgoneta, y de la que esta pareja guarda muy buen recuerdo.
El País Vasco les recibió con lluvia, y durmieron en San Juan de Gazteluatxe: lluvia fuerte, viento lateral, cerca del mar que quedaba abajo,… Se quedaron sin batería en los teléfonos, y para colmo de males, se estropeó el cargador de la Vitoneta.
De vuelta del País Vasco, que tienen intención de volver a visitar, ya con mejor pronóstico meteorológico, pasaron por la localidad cántabra de San Vicente de la Barquera. Hacía frío, que se iba acrecentando según se acercaban a León. Decidieron atajar por el puerto de San Glorio, ya que al día siguiente Guille y Pili tenían que trabajar. Comenzó a nevar, de forma cada vez más copiosa y con un mayor espesor de los copos. Llevaban ruedas de nieve, y eso les salvó de quedarse, como suele decirse, “tirados en la carretera”. Acabaron detrás de la Guardia Civil y la quitanieves. Al llegar a lo alto del puerto, ya en la provincia de León y solos, bajaron a poca velocidad, sin teléfonos, y, como dice Pili, “acongojados”. Pasaron por Riaño, y en Llanares de la Reina decidieron pernoctar, rodeados de nieve. Por la mañana pasó el quitanieves y ya pudieron acceder a su destino sin problemas.
De la camperización de la furgoneta se ha encargado Guille, carpintero de profesión, pero Pili ha colaborado en el diseño, ya que si el filósofo dijo: “nada de lo humano me es ajeno”, de Pili, además de eso, puede decirse que “nada de la Vitoneta le es ajeno”.
Cuando Pili conduce sola su Vitoneta “es su momento”. Se siente en libertad, y cuando la ve marchar piensa en lo bonita que es.
Pili: ¿crees que Guille tuvo una buena idea al proponerte comprar una furgoneta? A la vista está que sí. Y no una furgoneta cualquiera, la Vitoneta, que habríais personalizado con vuestras experiencias, fuese de la marca que fuese, porque, así como e hogar lo hacen quienes viven en él, a la Vitoneta le dais vida Guille y tú. Enhorabuena por esa forma de vida y el buen humor que tenéis, y que disfrutéis muchos años de ese segundo hogar y todo lo que os aporta.
Firmado: Sport 1600.
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