Una mujer mira unas gafas de sol, tumbada en una cama, a contraluz.

Por tus pies

El hipnotismo llegó a mí bien dentro,

Tenía desactivado el chip donde dice

Quédate con quien sus pies sean aquellos

Que podrían pasar la eterna juventud

Entre mis manos, cuando anden cansados

Fue un algo que se me instaló

Sin quebraderos de cabeza ni la obsesión a contención

Mis constelaciones vibraban en silencio

Y la imaginación quizá era la servidumbre

De una mente atascada y comenzar a deslizado.

Cogí tal confianza en mí al arte de lagrimar

Que para mí fue un palizón mental

Ver tu sufrir por la vida y su desafine

Que no dudé el ir cuando un día me dije de evitar tales situaciones similares

Las alucinaciones auditivas pasaban lejanas

Presenciaban la notoria desavenencia

Falta de confianza del local desván

Era abrir la mente a independencia

Sonreír junto a tu área y el parque de testigo

Libre pensar de paz en conflicto diario

Nadie confía en la realidad cuando existe clarividencia

Estamos engatusados a que todo nos hace daño

Y la cruel realización de aportar

No me cesa, conocedor crédulo de esperanza en aureola

Inclasificable en cualesquiera parametriza

De textura indagada

Desterrado de meta originaria

Por receptores de sensibilización completa

Extensible a tu amor

Como mi soledad egoísta tras una ventana.

 

Carácter imperecedero, sombrío, irrespetuoso y cobarde

Simpleza de valentía con empatía, sin disyuntiva por ducha fría

En una almohada se me preguntó por ti y tu color de pelo

Respondí que la sinceridad sería mi caminar

De ahí, por ello ando sin casa, hasta que vi que tenía mente

Desde entonces no puedo ver la injusticia desde mi vista.

Me olvidé de verme, el barquero hizo trizas su barca y a mí

Me dejó frente a un agua calor lava de nado impracticable.

 

Autor: Er Txamp

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